INGREDIENTES:
- 250 gr. de almendra molida.
- 200 gr. de azúcar glas.
- 1 clara de huevo grande.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- la ralladura de 1 limón.
- 150 gr. de fruta confitada.
PREPARACIÓN:
Se mezclan todos los ingredientes a la vez (exceptuando la fruta) hasta conseguir una masa homogénea. Se deja reposar un par de horas, para que la masa se compacte y se vuelve a moldear. Se cortan las frutas haciendo tiras de medio centímetro de grosor. Ahora toca montarlo en el molde. Se coloca una franja estrecha de la masa, a continuación una tira de fruta, después otra franja de masa, luego otra de fruta y así hasta cubrir toda la anchura del molde. Terminamos apretando bien para que se rellenen los huecos con la masa. Es mejor dejar reposar el turrón en la nevera tapado con film para que no se reseque y consumirlo a partir del día siguiente.
TRUCOS:
Si la clara de huevo es pequeña la masa se quedará un pelín seca y habrá que añadir un poco de agua.
La ralladura de limón y la vainilla son aromáticos, por lo que se pueden sustituir por otros que nos gusten más.
A mí me gusta más cómo queda la fruta a tiras, pero se puede trocear y añadir a la masa y resulta más rápido de preparar.
Se puede utilizar la fruta confitada que más os guste, yo suelo utilizar la calabaza.
La almendra molida es cara, por lo que comprarla a granel es lo más económico. Si no me da tiempo de ir al mercado (que suele ser lo habitual) la compro en Mercadona porque es donde he encontrado mejor relación calidad-precio.
Si no tienes molde para turrones, puedes utilizar los brick de leche o caldo.
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